Un taller de cocreación reunió a representantes de empresas, startups, universidades, entidades públicas y organizaciones de la sociedad civil con un objetivo común: identificar las necesidades más urgentes del territorio para transformarlas en futuros retos de innovación.
Este espacio colectivo nació como una iniciativa del G8 —la alianza de universidades de Medellín— y buscó alinear prioridades previamente definidas en instrumentos estratégicos como el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), el Plan de Desarrollo de la ciudad y la estrategia de Ruta N.
A partir de este ejercicio se construirá un banco de necesidades que servirá como insumo para la formulación de retos, entendidos como problemas complejos que representan barreras para que Medellín avance hacia un modelo de desarrollo más sostenible, inclusivo y habitable.
Las necesidades identificadas no son soluciones en sí mismas, pero sí funcionan como pistas que permiten comprender los desafíos del territorio y activar procesos de innovación más pertinentes y colaborativos.
Con este paso, Medellín consolida un enfoque centrado en las personas y en la inteligencia colectiva para impulsar soluciones que respondan a lo que verdaderamente necesita la ciudad.