El Distrito y Ruta N conmemoran este jueves 21 de marzo el Día Internacional del Síndrome de Down y por eso se abre el programa Inclusteam, una iniciativa de innovación social con la que se formará a 25 jóvenes con discapacidad cognitiva, potenciando así sus capacidades para contribuir a la economía del conocimiento.
“De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE, 17 de cada 100 personas con discapacidad alcanzan la educación superior en Colombia y es poco representativa la formación en habilidades STEAM. Esto, sin duda, significa menores oportunidades para participar en el mercado laboral o en otros entornos de formación. En ese sentido, y en respuesta a este panorama, en Ruta N forjamos alianzas para ofrecer alternativas que además de resaltar las capacidades de estas personas, les entreguen herramientas para interactuar de forma activa en nuevos entornos”, explicó la directora ejecutiva de Ruta N, Carolina Londoño.
El programa está dirigido a jóvenes entre los 18 y 28 años con síndrome de Down, trastornos del espectro autista y síndrome de Asperger, entre otros.
Estas personas recibirán elementos de STEAM, que por sus siglas en inglés significa Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemática.
Adicionalmente, la iniciativa propone un esquema de intervención en familias y complementará la experiencia de los participantes con la “Universidad de la Familia”. Esta plataforma brinda a los cuidadores las herramientas y conocimientos necesarios para acompañar a los jóvenes en su etapa adulta, con el desarrollo de habilidades que les permitan mayor independencia e interacción con la vida de la ciudad.
“Me llama la atención conocer a los profesores y quiero estudiar algo de tecnología en mi proyecto de vida. Me encantó mucho armar esos tipos de carros. Lo que más me interesa es que puedo conocer a otras personas y aprender más”, dijo la beneficiaria del programa Inclusteam, María Paz Suárez.
El programa se desarrollará en las instalaciones de Ruta N, en la universidad CES y en espacios virtuales, y es producto de una alianza con la Fundación Saldarriaga Concha y la Fundación MamaCate.
