Santiago Cano, Martín Díaz y Simón Fallón, todos estudiantes de Ingeniería Matemática de la Universidad EAFIT e integrantes del equipo Fast and Fourier, cumplirán su sueño. Hace unos días ganaron por tercera vez consecutiva la MaratonTech, organizada por Ruta N y el Instituto Técnico Metropolitano (ITM), y en noviembre viajarán a Egipto para concursar en la competencia más importante del mundo en temas de programación.
Se trata del mundial del International Collegiate Programming Contest (ICPC), un concurso que reúne a los jóvenes programadores más talentosos del mundo para que solucionen problemas trabajando colaborativamente con innovación, creatividad y bajo presión.
El ICPC tiene historia. Empezó en 1970 con una competencia cerrada, sobre todo con organizaciones de Canadá y Estados Unidos, y desde 1977 se convirtió en un campeonato a nivel mundial que también tiene competencias en distintos continentes, que sirven como clasificatorios para llegar a la final anual.
Desde entonces, han participado más de 50 mil estudiantes por año, 3 mil universidades en 111 países y se han desarrollado 400 competencias presenciales.
Competencia
El último desafío que Simón, Santiago y Martín enfrentaron fue la MaratónTech, organizada por Ruta N y el ITM. Cientos de jóvenes participaron en la competencia que incluyó la resolución de retos en lenguajes Java, C, C++ y Phyton, de los más populares a nivel mundial.
En la MaratónTech hubo dos rondas. Una se desarrolló en las instalaciones del ITM, donde llegaron 132 jóvenes entusiastas para resolver los retos. Además, hubo otros 64 asistentes que participaron desde otras ciudades del país, incluido un equipo del Amazonas.
Luego de competir y demostrar sus habilidades, los jurados del encuentro eligieron a 25 equipos para llegar a la final, que se celebró el 20 de septiembre en el auditorio principal de la Corporación Ruta N.
El gran día
El silencio y la concentración reinaban en el auditorio. Todos los ojos de los 74 finalistas estaban puestos en las pantallas de sus computadores que solo reflejaban códigos y algoritmos. No cualquiera entiende qué hay ahí.
La final duró toda una jornada. Horas y horas de concentración que terminaron con un equipo ganador: Fast and Fourier, el de Simón, Martín y Santiago. Y no fue sorpresa, porque en las tres últimas ediciones se han llevado el título a sus casas.
Simón, líder del equipo, celebró la victoria y reconoció que hubo mucho nivel, que la competencia estuvo buena y que no fue fácil llevarse el título. Esas victorias no son producto del azar, sino de años de entrenamiento.
“Nuestro equipo no solo ganó esta vez, sino también las otras dos. Es el producto de que venimos entrenando hace muchos años y preparándonos para otras competencias a nivel nacional e internacional”, dijo Simón.
Los entrenamientos son estrictos. Ellos se reúnen y hacen competencias que descargan de Internet y que son casi idénticas a las que se encontrarían en cualquier concurso. “Esa simulación es como jugarse un partido amistoso en FIFA”, comparó el programador. Y así, cuando terminan, conversan sobre lo que lograron y también de los errores que cometieron, para no repetirlos. Así sucesivamente.
Todo ese ciclo de aprendizaje, que de alguna manera se consolidó con las competencias apoyadas por Ruta N, está a punto de tener su máximo reto. Entre el 12 y el 17 de noviembre, Fast and Fourier estará en Sharm el-Sheikh, una ciudad egipcia ubicada en la costa de la Península del Sinaí, compitiendo por traer a Colombia uno de los títulos más importantes en programación. ¡Buena suerte!